Si no puedo apoyarme en los planetas, ¿de dónde saco entonces un espacio en el que escupir sin salpicarme? Necesito otra vez esa plastilina con la que engañar a los dedos, con la que consigo que dejen de hurgar hacia dentro; olvidarme de pensar en ese coronel que está ya forzando la cerradura y que siempre ha querido probarse mi ropa interior. Porque intentar volver es siempre desear aquel momento en el que no fui el que en realidad soy, cederle todo el terreno a ese fantasma que tiene mejor cara que yo.
Que sepas que llevo una hora leyendo y releyendo esto y son las 2 de la mañana y me ha dejado un nudo en el estómago y no puedo dormir, y therefore te odio bastante en estos momentos y probablemente mañana te felicite por escribir tan bien y te dé una colleja de parte de Júpiter...
ResponderEliminar(Sé que son cosas que no se comentan, pero ¿has visto que guay me ha quedado la polisíndeton, el agobio que expreso a través de la conjunción copulativa, eh eh??)
Jolín, no sé si alegrarme o no de dejarte nudos en el estómago...
ResponderEliminarMe tienes que contar lo que has leído ahí arriba. Me muero de la curiosidad.