domingo, 1 de agosto de 2010

Veo veo Valencia

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En casita.

Chicharras. The Ministry of Silly Walks. Librería de mujeres. Juanita la lagrimosa. Un ventilador pequeño. Librería de idiomas Babel. Una taza de Bob Esponja. Coca-cola. Insomnio. Mercè Rodoreda. Jesús durmiendo. Dobra en su habitación. Vanessa durmiendo con Isa. Un mantel de Bob Esponja. Un calcetín gris con rayas negras en el suelo. Una guitarra. Dos sofás rojos. Las palomas conversando. Dos televisores apagados. Varios vasos de cristal. Tabaco de liar. Una bolsa grande y cuadrada de Scooby-Doo. El Apartamento. Mi cinturón en el suelo junto a la cartera y un paquete de pañuelos de papel. Chicharras. Un rumor que debe de venir de un carrito de esos que limpia las calles. Perros ladrando. Niños jugando y algunos padres. Chicharras. Una diana. Un calendario de Charlie Brown. León el terrible. Las doce menos cuarto. Yo voy vestido de negro. La funda de la guitarra. Oye, ven aquí, ven aquí. Botellita de agua casi vacía. Las chicharras. Un flexo. Perros ladrando. Jesús durmiendo. Cables. Enchufes. Galletas.

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En la playa.

Justo cuando todos los hechos se estaban dando a mi alrededor, pero lejos, y yo estaba sumergido en una posibilidad infinita y por eso borrosa, me he preguntado de nuevo por el sentido. ¿Cuál es la forma más coherente de vivir en un mundo que se sabe sin sentido? Como si no fuera exactamente la misma pregunta absurda de siempre planteada de otro modo; hacérsela una y otra vez como si fuéramos tontos.

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En el río.

Moscas. Barandilla. Bandera. Estrellas dentro de la bandera. Cielo. Diente. Matrícula. Radio de rueda de noria. Dragón. Zapatilla. Banco. Moscas. Botella de agua. Gulliver. Persona nadando sobre el césped —porque un río siempre es un río—. Magdalenas. Bicicletas. Calor. Moscas. Mírame. Veo veo.

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En casita.

The meaning which make us catch the train frente a cierta persona que apenas habla y que es preciosa no sólo mientras sube y baja en el aire, pero especialmente entonces. Varias ediciones confluentes de La guerra de las salamandras. Lectura y debate de Pierre Menard, autor del Quijote. The meaning wich make us pass the examination frente a una chica sin voz propia para conversar con las dificultades. Y, por supuesto, el miedo a hacer daño —como una chicharra— y el deseo —también como una chicharra, pero en este caso ambigua—. Las palabras de Woolf fueron para Isa y para mí.

4 comentarios:

  1. "¿Cuál es la forma más coherente de vivir en un mundo que se sabe sin sentido?"
    Pues igual es que no hay que buscar una forma "coherente" de vivir en este mundo. Me refiero a que el planteamiento tal vez es erróneo. ¿A qué atiende la necesidad de esa coherencia? ¿Es justo aquí cuando se tiende a pensar que todo apunta a que la única coherencia-creada-es la de intentar ser feliz?
    Empiezo a tener más ganas que tú mismo de decirte que el texto me parece una mierda, pero la verdad es que no lo pienso.
    El miedo a hacer daño...cuando estás casi seguro de poder hacerlo. Y el dolor insoportable de no haberlo hecho a tiempo. Pues si las chicharras sienten como tú, o a la inversa, tendrán que empezar a chicharrear a la hora de los aspersores, porque callarse cuando más se las echa de menos no está bien, no.
    Yo tengo curiosidad por saber de dónde salían estos últimos sentimientos chicharrescos. Y no solo porque sea cotilla, sino porque hablas de ellos en el texto. :D
    Las palabras de Woolf parece sí que tienen-¡y dan!-sentido, coñññiooo.

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  2. Eso es. La pregunta es absurda porque si existiese una forma coherente de vivir el mundo, éste tendría un sentido por fuerza. Como si tuviésemos una misión en esta vida o como si la noche estuviese hecha para dormir. Absurdo de todas todas. Lo malo es que, a veces, por más que intentes evitar este tipo de preguntitas terminan apareciendo de sopetón en la cabezota. Y da vergüenza cuando te das cuenta de que las has preguntado en serio.
    Tengo otras más interesantes y -creo- no tan absurdas:
    ¿Hay algún dolor que no se pueda soportar?
    ¿Cómo estar seguro de qué significa que alguien te eche de menos y, por lo tanto, de cómo actuar en consecuencia?
    Me ha gustado mucho lo de "chicharrear a la hora de los aspersores", creo que te lo voy a robar y me lo voy a quedar en calidad de máxima o algo así. Repetírmelo cada mañana, a ver si me entra en la cabeza.
    Y sí, puede ser que las únicas palabras con sentido que he leído/escuchado en mucho tiempo sean las de Woolf...

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  3. A ver, sólo se me ocurre contestar a tus preguntas como si tuviera las respuestas. :P
    Yo creo que depende de la sensibilidad o fortaleza (física y/o mental) de cada persona que el dolor sea insoportable o no lo sea. Hay enfermedades que no dan tregua y que te ganan. En otras puede tener más importancia que tengas ganas de vivir o de morirte, pero eso no significa que no sean insoportables...
    Creo que con otros dolores, con las emociones, pasa lo mismo. Aunque algunos pueden ir mermando mucho. Esto está en Crimen y castigo. Por eso siempre me ha chocado que grandes asesinos se abanderen y amedallen enteritos. El ser humano es (aún) algo más que un ser político para mí.
    "¿Cómo estar seguro de qué significa que alguien te eche de menos y, por lo tanto, de cómo actuar en consecuencia?"
    Supongo que lo que te inquieta es si es bueno que esa persona te eche de menos, por eso hablas de cómo actuar en consecuencia.
    Hay gente que echa de menos tu presencia por razones claras, si sabes exactamente cuáles son tal vez es porque su vida se vuelve más fácil teniendote cerca y tú, probablemente, sabes qué es exactamente lo que demanda de ti. Eso no significa que la tuya lo vaya a ser. Incluso se puede llegar a pasar por alto tus necesidades y tu felicidad por colmar este vacío que les llenas.
    (He hecho lo que he podido. Aunque se me ocurren otras respuestas. :))
    Me hace mucha ilusión que te quedes esa frase. "Chicharrear a la hora de los aspersores" tiene forma de máxima, sí.
    Y respecto a las palabras de Woolf tengo que decir que en mi vida he estado tan de acuerdo con nadie (ni conmigo misma) en nada, como lo estuve escuchando la grabación.
    ¡Un abrazo, Curro!

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