viernes, 29 de marzo de 2013

La camiseta, de Ovidi Montllor


En Valencia, en el País Valencià, para segar el trigo… una hoz, etc.; usan una herramienta que se llama «corbella». Hasta aquí la explicación. Ahora hablemos de la canción. Una de las primeras canciones que hice y una de las últimas que he cantado.

La camiseta

Yo soy hijo de familia muy humilde.
Tan humilde que de una cortina vieja
una camiseta me hicieron: roja.
Desde entonces, por esta camiseta
no he podido caminar ya por la derecha.
He tenido que ir contra corriente
porque yo no sé qué pasa
que todo el que viene de cara
lleva la cabeza contra el suelo.
Desde entonces, por esta camiseta
no he podido salir a la calle,
ni trabajar mi oficio:
hacer de herrero.
He tenido que, en el campo, ganar jornales.
Así la gente ya no me veía…
Yo trabajaba con la corbella.
Y dentro de todos los males,
sé trabajar con dos cosas:
con el martillo y la corbella.
Casi no comprendo por qué la gente,
cuando me veía por la calle
me gritaba: ¡progresista!
Yo creo que todo eso era
promovido por su «despiste» (en castellano en original).
Quizá otro en mis circunstancias
ya hubiera cambiado de camiseta,
pero yo, que me encuentro muy bien con ella,
porque abriga le tengo cariño
y le pido que no se me haga vieja.

sábado, 23 de marzo de 2013

Ofegabous


«No es un reptil, sino un anfibio, es decir, puede moverse con la misma naturalidad en distintos ámbitos. Pese a ello, y también pese a carecer de depredadores naturales, su población en la Península Ibérica es más bien escasa. Se cree que es así solo porque este animal prefiere permanecer siempre en su hábitat óptimo, que en la península es reducido.

Al tratarse de un animal de población no numerosa y, además, discreto, su presencia puede pasar incluso desapercibida para los lugareños. Sin embargo, aunque nunca ha tenido un papel central en el folclore, siempre ha aparecido de un modo u otro en él, y siempre se le ha tratado con cariño. De hecho, la forma de nombrarlo suele ser simpática y hacer referencia a otros animales, más presentes: gallipato, ofegabous (ahogatoros), salamandrilla (sin ser verdaderamente una salamandra, aunque se le parezca y esté emparentada con ella).

Como curiosidad, habría que añadir su famoso y misterioso (no demostrado) mecanismo de defensa. Contra sus improbables enemigos, saca las propias costillas del interior del cuerpo, autolesionándose, enfocando sus puntiagudos extremos hacia fuera. No hay depredador que no se arrepienta de darle un mordisco. No es peligroso, pero sí duro de pelar


http://ofegabous.tumblr.com/