domingo, 12 de septiembre de 2010

Niño o árbol

Algo que va a ras de suelo. A simple vista parece que esté conectado, que un hilo muy fino le transmita la fuerza. En cambio, si uno se fija bien, se da cuenta de que hay una distancia pequeña pero insalvable entre el mundo y él. Es esta la razón por la que sus movimientos son tan rápidos, tan libres. Pero, por lo mismo, su conducta es tan errática como el viento que le empuja. Cabe preguntarse, pues, si el sentido debe buscársele en su trayectoria o más bien en la resistencia que ofrece. Es decir, lo importante es saber si es mecido o si meramente cimbra.

2 comentarios:

  1. Y a mí que últimamente me suenas a haiku, jate tú.
    Me ha gustado, muy fino, oye.
    Siento que no haya podido ser este finde. A la próxima será más fácil, ya verás. :)

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  2. Pues muchas gracias por comentar, guapetona!
    Quisiera tener suficiente tiempo libre y suficientes fuerzas y suficientes yos para no tener que echar de menos a nadie...

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