domingo, 19 de septiembre de 2010

Una cosa que me pasó

Una apisonadora de luz, un trueno de piedras crujiendo. Hoy las arrugas del cielo brillan tan fuerte que las luces de la ciudad enmudecieron. Todo el ruido, lento, cae sobre mi cama. Cierro los ojos y descubro que el sueño es un aguacero de hombres desnudos.

2 comentarios:

  1. Las chicas como tú (salta a la vista) están acostumbradas a que les lluevan estas cosas, pero a un servidor le impactó que le ocurriera en su momento...

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