- Imagina que de entre tus gestos habituales hay uno que pertenece en realidad a otra persona, a un vecino que te cruzaste cierta mañana yendo a la tintorería. ¿Cuál de entre ellos dirías que es? Analiza todos tus gestos y descubre al intruso.
- Imagina que esa persona que sabes que eres se la inventó un día alguien que nunca había oído hablar de ti. Ahora enumera los puntos en los que acertó y en los que metió la pata.
- Imagina que cualquier momento de tu vida es independiente o, mejor, que has sido una persona diferente en cada momento de tu vida. Ahora haz un esfuerzo mayor: sepáralos en serio y no te limites a imaginarlo. Si lo has conseguido, hazte la siguiente pregunta: ¿qué importaría que cualquiera de esos momentos —de esas personas— nunca hubiera existido?
domingo, 12 de diciembre de 2010
Deberes para casa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario