Quiero acercarme a sus piernas esta noche y clavarle allí los dientes. Quiero morderle después el cuello y dejarle apenas una marquita. Continuar donde las últimas costillas, las rodillas, los dedos, los senos, el mentón… Empujar hacia dentro para que algo salga hacia fuera. Quiero que ella me muerda la cara, me muerda la nuca, el pelo y la lengua; que me muerda por dentro con sus propios dientes.
Y remordidos los dos de arriba abajo, dibujándonos la presión en la carne, graparnos con colmillos atarazando cada cartílago; trenzados en el espacio con muerdos por dedos, asordarnos a dentelladas; confundidos, sin saber dónde empiezan mis encías y dónde acaban las suyas, unir hueso con hueso, apretar bien fuerte las mandíbulas y así, insertados el uno en el otro, esperar inmóviles la primera gota de sangre.
Los vampiros vampirizados y amantes hay que ver lo que se quieren. Me ha recordado tu texto al poema de Oliverio Girondo que te copio abajo. Un beso, Curro!!
ResponderEliminarPoema 12, de Oliverio Girondo.
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.
¡Muchas gracias por el poema!
ResponderEliminarUna pasada. Se me había olvidado lo que me gustaba el Girondo ese.
¡Otro beso pa ti, rebonica!